Dieta sana

Dado que no hay ningún tratamiento que elimine la diabetes, la mejor forma de controlarla es con una dieta adecuada. En cuanto la persona sea diagnosticada con diabetes debe empezar a mantener una dieta sana. Evitar comer azucar que por lo general está en los postres, gaseosas, jugos, refrescos azucarados. Reemplazar el azucar por algún endulzante que no tenga glucosa. Preferir verduras, harinas integrales, vegetales, carnes blancas, frutas sin mucho dulce.

Comer menos carbohidratos, lo que significa que la persona no puede comer muchas comidas con contenido de harina blanca. Elegir panes y pastas hechas de harina integral es no solo mucho más saludable sino que también va a ayudar a la persona controlar mejor la insulina que el cuerpo produce.

Limita la cantidad de grasas y dulces que consume. Las grasas y los dulces no son tan nutritivos como el resto de los alimentos. Las grasas tienen muchas calorías. Los dulces pueden tener un alto contenido de azucar, carbohidratos y grasas. Algunos contienen grasas saturadas, grasas trans y colesterol que aumentan el riesgo de padecer enfermedades del corazón. Limitar el consumo de estos alimentos te ayudará a bajar de peso y a mantener controlados el azúcar y las grasas en la sangre.

Las grasas están en los aderezos para ensalada, aceite, queso crema, mantequilla, margarina, mayonesa, tocino, embutidos, carnes rojas.

Los dulces como pasteles/tortas/bizcochos, jarabes/siropes, tartas/pay, galletas dulces, helados, donas, gaseosas, jugos con azucar, deben ser evitados.

Si comes dulces, elige helados sin azúcar, sodas de dieta, helado o yogur congelado sin grasa, o chocolate sin azúcar. Cuando vaya a un restaurante, comparta el postre. Pida helado o yogur congelado en porciones pequeñas (o porciones para niños).

Recuerda que los alimentos sin grasa y con bajo contenido de azúcares también contienen calorías. Habla con tu médico en diabetes sobre cómo incluir los dulces en tu plan de comidas.